lunes, 20 de abril de 2009

LA SANTA MAFIA Y LA NUEVA CRUZADA

La Santa Mafia repta sobre su reino que es de este mundo. La Santa Mafia ya no encuentra tan malos a los peores hijos de Lutero. La Santa Mafia ya no discierne si es que juntos o revueltos. Como en sus peores tiempos, la Santa Mafia sube solemne a los púlpitos y compungida y adusta advierte a sus feligreses sobre los peligros de votar por los hijos del mal. La Santa Mafia, se reúne en la Catedral de Guayaquil y decide apoyar a Lucio Gutiérrez para la presidencia del Ecuador, porque "coincide con su proyecto de gobierno" simplón y fascistoide. La Santa Mafia cree que no sabemos de su coincidencia de siglos con lo más abyecto del poder, con la rapacidad del terrateniente, con el saqueador -sepulcro blanqueado- de fondos públicos. La Santa Mafia cree que no nos enteramos de su obsecuencia con la rapiña, el lavado de cerebros y la ignorancia como política de estado. La Santa Mafia, representada por Arregui y algún pseudo representante de los grupos evangélicos han hecho ecumenismo para arrodillarse contritos ante el agente Gutiérrez y elevar un par de salmos a la buena salud de su añorado George Walker Bush.

La Santa Mafia lo ha hecho, cínica y jetonamente, al cumplirse cuatro años de la Rebelión de los Forajidos, revuelta ciudadana que echó de palacio al autodenominado "dictócrata" con una gigantesca muestra de dignidad de más de 600.000 quiteños. La Santa Mafia tiene vista gorda para la memoria histórica y escasa vergüenza moral para su propia excrecencia.

Lo que la Santa Mafia del Opus Dei parece olvidar, es que hagan lo que hagan, apoyen a quien apoyen, aún con las vírgenes que pronto llorarán, como lloraron con Alfaro, o con las giras nacionales de alguna advocación popular, que pronto viajarán del Carchi al Macará; aún con ellos en la vanguardia de su cruzada maloliente a naftalina, incienso y dólares guardados, aún así, vamos a volver a echar a su canonizado San Lucio del Exodo sin disparar una bala, sin una sola cachetada, sin una piedra. Y si hace falta, también a la Santa Mafia, que ya va siendo tiempo. Nada personal.


2 comentarios:

Niña Gracielita dijo...
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Niña Gracielita dijo...

Vamos tirando números. El Ecuador es un país católico, según estadísticas en un 86% y un 13% son evangélicos, además de ser el primer país en el mundo en ser oficialmente consagrado al Sagrado Corazón de Jesús hace más de 100 años, en el gobierno de Gabriel García Moreno. Este es el mismo país que vuelve a confirmar a su presidente, en una sola vuelta, con una paliza en casi todas las provincias con el total del 51% , y al que según Monseñor y unos cuantos pastores evagélicos, nombrándose representantes de los cristianos, no debían apoyar. A menos que más del 90% de los ecuatorianos se haya hecho ateo desde el domingo en la mañana, los números no me cuadran.

Este señor, usa el nombre de Dios para sus propios intereses y el de unos pocos, en su posición, no debe usar su imagen, ni ponerse al servicio para beneficio a la imagen de unas personas que nada tienen que ver con la espiritualidad del pueblo, que solo desean ser reconocidos para obtener votos.

Lo usaron Monseñor, Ud. no representa a las mayorías católicas, y en vez de ser un modelo de sabíduria, se ha convertido en un politiquero más.

El domingo muchos fueron a misa y fueron también a aportar a ese 51%. Nadie de ellos, estoy segura, se confesó diciendo: Padre, perdóneme, porque voy a pecar.