Al otro lado, solías decir, no hay que temerle porque allá están Gandhi, la Madre Teresa, Miguel Ángel... También estámLennon, que cómo vos cayo bajo las balas de un demente, porque dementes son todos los que empuñan un arma y escupen plomo contra su prójimo, porque la violencia es una patología y no parte de la maravillosa naturaleza humana. Porque el mal proviene de quienes pulen con sus dedos las herramientas con que se pavimenta el infierno y se asesina a las personas. Sin embargo y a pesar de ellos, vamos a seguir dándole una y otra y otra y otra oportunidad a la paz, porque no queda más salida. Facundo, tenemos algo de vos, todos y en la parte en que te llevamos dentro nos duele tu ausencia y nos duele un mundo capaz de propinarte a vos que le cantaste al amor a la vida, a la libertad y al sentido, una ráfaga que más que de plomo es de odio y de cretinaje, hermanos gemelos que en cuarenta años liquidó a doscientos cincuenta mil guatemaltecos mediante un bestial terrorismo de estado que que en sus formas mutantes ahora se ensaña contra la mejor de las cigarras. ¿Será suficiente tu muerte para que el mundo despierte un día y sepa que lo que le duele es un tumor en el lado de centroamérica, con metástasis en Palestina, Afganistán, Libia, Colombia y trazas en el resto del mundo?
No era serio para este mundo nominarte a vos, que habías dado tu vida a los más pobres de la tierra en la India y que habías cantado para que el resto no seamos pobres de alma, un premio Nobel que alegres pusieron en las manos sangrientas y desvergonzadas de Ronald Reagan y de las manos no menos manchadas del timorato Obama. ¡Valiente mundo!. Que nos salve la belleza que enseñaste a disfrutar por días, en cada gota de vida que nos viene, que nos va. Que cuando llegue encuentre aún algo de pasto en nuestras almas para alimentar su cabeza azul coronada de un solo cuerno cargado de esperanza. El cielo es un lugar mucho más interesante para ir, desde esta mañana, Facundo Cabral.
Te lloro, pero como el Whitman que tanto amabas también te celebro y te canto, me canto y me celebro.
4 comentarios:
Que palabras tan hermosas y sentidas Manu, el cortar una vida de esa manera sobrecoge, me he
entristecido y tambien alegrado por el, porque al fin puede estar cerca de los que tanto amo y admiro, nosotros nos quedamos con su musica y los recuerdos. La violencia esta invadiendo el mundo y no se avisora solucion.
Hermoso Manuel! no puede ser menos cuando se escribe con el alma rota y el corazon fracturado por tanto dolor y tanta impotencia. jamas conoci un ser tan autentico como Facundo... un beso del alma para el y 100 para ti amigo querido...
hermoso
Era un ser maravilloso que lloraremos por siempre. Me ha conmovido este texto. Un abrazo.
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